Se dice que Donde hay amor hay vida.
El ser humano estar capacitado por crear sentimientos hacia otras personas, animales o cosas generando un amor hacia ellas. Existen varios tipos de amor pero hoy os voy a hablar de ese amor que nos han contado desde bien pequeños a todos.
De verdad existen los príncipes azules? o de verdad existen los cuentos de Disney? Quizás solo existan en los cuentos pero lo que si os puedo asegurar es que si existe el amor verdadero hacia otras personas.
Hace justo cinco años apareció el gran amor de mi vida, Victor. Y es que no me hace falta mucho mas tiempo para darme cuenta que es el.
Os preguntareis como estoy tan segura de ello? Si, hay amores pasajeros, pero también hay amores de por vida y os aseguro que cuando llega esa persona, no te cabe ninguna duda de ello.
Y así fue, Victor apareció en mi vida sin buscarlo y desde entonces jamás nos hemos separado. Compartiendo nuestras vidas día a día, creciendo juntos y haciendonos mejores personas. No seremos perfectos pero lo que si ser es que con el puedo ser yo misma y nos aceptamos el uno al otro.
Juntos hemos conocido el amor verdadero porque amor es respeto, confianza, libertad, aceptación, admiración, enseñanza, superación, compartir, viajar, reírse, llorar, sacar sonrisas, cuidarse, pelearse y reconciliarse. Un amor que a día de hoy nos ha llevado a estar prometidos. Jamás olvidaré ese día.
Por bien o por mal, la vida no siempre es un camino de rosas y en el que tenía que ser el mejor momento de nuestra bonita historia de amor apareció esa maldita palabra de seis letras en nuestras vidas. Paralizando todos nuestros planes de futuro.
Juntos lo íbamos a superar. Porque juntos todos es mejor.
Este último año no ha sido nada fácil para ninguno de los dos. Porque a pesar de que ese maldito bicho estaba en mi pecho izquierdo, Victor también lo vivió como si estuviera en su propia carne.
El primero en saberlo todo siempre, estuvo en todas la sesiones de mi tratamiento, aguantó cada uno de los efectos secundarios, recordandome lo bonita que estaba a pesar de los cambios físicos, intentando sacarme siempre una sonrisa a pesar de tener un mal día, entendiendo cada uno de mis bajones y secando mis lagrimas. Porque quien bien te ama, te quiere en las buenas y en las malas. Y Victor me lo demostró desde el minuto cero.
Si tu estas bien yo estoy bien.
Estas fueron sus palabras la primera vez que lo vi llorar. Y si, los hombres también lloran pero no iba a permitir verlo llorar mas a menos que fuera por alegría. No lo iba a decepcionar y a pesar de lo duro que puede ser un tratamiento oncologico debía estar fuerte para el y para mi.
No ser las veces que quizás habrá llorado a mis espaldas por rabia a la situación que nos tocó vivir y afrontar, pero os aseguro que no puedo estar mas orgullosa del hombre que tengo a mi lado. Lo que si ser, es que el ha sido mi gran apoyo y mis ganas de salir adelante.
No puedo estar mas agradecida por todo aquello que me ha dado, hecho y enseñado. El ha vivido tanto como yo mi enfermedad y ser que si hubiera sido al revés yo también hubiera hecho lo mismo, porque el amor estar por encima de todo.
Ahora, meses después de haber terminado con mi tratamiento nuestros planes de futuro vuelven a cobrar vida. Quiero seguir sumando grandes momentos a su lado, hacer nuestros sueños realidad, conocer el mundo entero juntos y hacernos viejos juntos.
Este post se lo dedico en especial a ti Victor, el gran amor de mi vida, y a todas esas personas que de manera directa o indirectamente han sufrido a lo largo de este ultimo año mi enfermedad.
Juntos lo hemos conseguido!!!
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