LA VUELTA A LA REALIDAD

Y ahora que?

De repente se acabaron mis visitas casi a diario al hospital hasta la primera de mis revisiones. Os parecerá extraño pero mi sensación en ese momento fue de desprotección. El hecho de estar casi cada día en contacto con mis doctores y enfermeras me daba tranquilidad y protección, con ellos estaba controlada y me transmitían en todo momento calma. Pero por otro lado el hecho de alejarme de ellos significaba que todo estaba bien. Así que a medida que mi cuerpo se iba recuperando de las secuelas del tratamiento debía volver a mi rutina de siempre, eso si con una nueva vivencia y aprendizaje. 

Desde mi operación y a lo largo de mi proceso decidí estar de baja laboral para poder dedicarme al cien por cien a mi. Era mi momento, debía centrar todas mis fuerzas en curarme y llevar el tratamiento lo mejor posible. Y así fue!

Al finalizar, todo debía volver a la normalidad de siempre, necesitaba hacer un punto y a parte de todo lo vivido pero sin olvidar. Una nueva rutina en mi día a día, libre de médicos y consultas, volver a mi trabajo, a mis entrenamientos... pero nada volvería a ser como antes. 

Justo al terminar, una pandemia paralizó el mundo entero, confinando en su casa a la mayor parte de la población durante al menos 2 meses. 

Ahora que ya podía retomar de nuevo mi vida va y llega un maldito virus. 

Siempre digo que las cosas pasan por algo, al principio sentí rabia de no poder continuar con mi vida tal y como tenia en mente pero a medida que fueron pasando los días en casa confinada  aproveché para seguir aprendiendo de esa nueva vivencia que me ponía la vida por delante. Ya llegaría el momento de volver a la normalidad, solo faltaba tener un poco mas de paciencia. 

Durante los meses de confinamiento aproveché para profundizar en mis lecturas, en mis practicas de Yoga, en empezar a introducir de nuevo el deporte en mi día a día, en estar conmigo misma y meditar sobre todo lo vivido en el último año. Fue en ese momento cuando empezé con este Blog. 

No hay mejor tiempo invertido que el que uno se dedica a si mismo. 

Una vez acabó el confinamiento llegó el verano y mis fuerzas ya casi volvían a estar recuperadas al cien por cien, mi pelo creciendo mas fuerte que nunca y mi cuerpo empezaba a ser el de antes. Y así lo confirmaba la oncóloga en mi primera revisión. Todo estaba perfecto y mis analíticas también. Sus palabras fueron:

No parece que haya pasado una quimioterapia por tu cuerpo!!!

Ya podía seguir disfrutando tranquila de la vida. Y es que cada vez que se acerca una revisión vuelve ese miedo. Ese sentimiento que nos hace sentir cosas negativas pero solo hay que pensar en positivo y saber que todo va bien!!! 

Visualiza y cree en ello y así será.

Llegó el momento de coger mi alta laboral pero lo que no me esperaba es que cuando quisiera volver a mi puesto de trabajo, los que eran mis jefes ya no contaran conmigo. A lo largo de mi enfermedad fueron pocas las muestras de cariño y preocupación por su parte. Por muy mal que suene, las probabilidades de que me echaran de patitas a la calle por haber tenido una baja laboral por enfermedad eran muchas y así fue. 

Después de todo lo que me había tocado vivir va y me quedo sin trabajo. En medio de una crisis sanitaria y económica.

Esas fueron las palabras que pasaron por mi mente, pero estaba en tal punto que eso no cobraba importancia. Había conseguido superar un Cáncer y lo mas importante era mi salud ante todo. 

Siempre he dicho que hay un antes y un después, al aparecer el Cáncer, en mi vida. Llegó el momento de replantearme mi vida. Tenía la oportunidad de empezar desde cero y así lo haría. 

Si algo me han enseñado todas estas vivencias es que hay que llenarse de momentos y no de cosas, haz aquello que te haga sentir bien y crecer como persona, a no planear a largo plazo viviendo el aquí y el ahora porque el futuro es incierto, dedica tu tiempo a esas personas que realmente están en lo bueno y en lo malo. 

Solo tu eres dueño de tu propia vida. Lo que hagas hoy determinará tu futuro. Así que elije bien!!!